La comunidad se fundó en 1950 y fue reconocida en 2005. En 2017, su territorio fue demarcado y georreferenciado, y en la actualidad está pendiente su inscripción en SUNARP. Los resultados del proceso de titulación fueron positivos para la comunidad. La mayoría está satisfecha con su implementación y resaltan como principal resultado la identificación de sus límites territoriales y su reconocimiento por el Estado y actores colindantes. Las familias perciben que luego de la titulación hay menos conflictos, sus derechos son más fuertes, están más protegidos ante una disputa y la situación de los medios de vida y los bosques ha mejorado. Sin embargo, las vigilancias comunales aún son necesarias porque existen invasiones, temen que sus derechos puedan ser disputados en un futuro, no reconocen el rol del Estado frente a estos problemas y está pendiente la finalización del proceso. Además, su dependencia a recursos del bosque para la caza y pesca es alta y la mayoría opina que la situación de sus medios de vida y seguridad alimentaria es la misma que hace 5 años.
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DOI:
https://doi.org/10.17528/cifor/007239Altmetric score:
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Publication year
2019
Authors
Saldaña, J.S.; Valencia, F.; Cronkleton, P.; Larson, A.M.
Language
Spanish
Keywords
land tenure, tenure systems, indigenous peoples
Geographic
Peru
Funders
German Agency for International Cooperation (GIZ)