En momentos de creciente interés mundial por la descentralización, el gobierno de Bolivia aprobó una ley en 1996 a favor de la descentralización de la gestión forestal. Este artículo evalúa el impacto de la devolución a los gobiernos municipales sobre la sostenibilidad del uso forestal y sobre la participación y la toma de decisiones por parte de interesados previamente marginados. Cuatro estudios de caso demuestran la amplia diversidad de resultados que se esperaba que la descentralización impulsaría. En general, durante los primeros años de descentralización sólo aumentó la influencia de los grupos marginados donde éstos ya estaban bien organizados; en otras partes, se reforzó el poder de las elites tradicionales sobre los recursos forestales. La gestión sostenible no parecía ser una prioridad ni para los gobiernos municipales ni para la mayoría de los grupos de usuarios forestales.